La siesta

La Siesta en menores de 5 años

Las siestas son un factor básico y muy importante para el desarrollo adecuado tanto físico como psíquico de los niños hasta los cinco años de edad. Sin embargo, a partir del primer año de vida, e rechazo a la siesta es algo frecuente en este grupo de edad. Los niños a esta edad se sienten seguros, tienen ganas de investigar, explorar y no desean perder oportunidades de jugar. Sin embargo, la siesta sigue siendo necesaria para ellos, precisan de ese momento de descanso y recuperación. La falta de la misma ocasiona intranquilidad, nerviosismo e irritabilidad, las siestas reducen el nivel sanguíneo de colesterol y adrenalina en el niño lo cual contribuye a que sean más tranquilos. Deberíamos pensar en las siestas como el momento que aprovecha el organismo del niño para vaciar y eliminar toda la tensión y cansancio que ha acumulado durante la mañana de manera que está de nuevo preparado y descansado para las actividades de la tarde de una manera más armónica y tranquila. Por eso, es un verdadero desatino la costumbre de algunas guarderías o escuelas infantiles de suprimir las siestas a los niños menores de 5 años pensando que de esa manera dormirán mejor y más por la noche: al contrario, un niño menor de 5 años sin siesta llegará a la noche más cansado e irritado, con más dificultades para aprender y de conducta y, por ello, con más problemas para iniciar y mantener un sueño continuado y tranquilo. El sueño de las siestas en los niños es diferente al sueño de la noche y lo complementa ( uno no puede ni debe sustituir al otro), de manera que un niño que no duerme siesta o ésta es demasiado corta dormirá peor por la noche y, al contrario, una adecuada siesta favorecerá un buen sueño nocturno. No hay una duración exacta de siestas para todos los niños ni tampoco un número exacto de siestas pues cada niño necesita las que necesita, su derecho y nuestra obligación es permitirles la oportunidad de tener las siesta que necesite y con la duración que cada uno requiera manteniendo, eso sí, un ritmo horario semejante todos los días evitando las siestas excesivamente tardías. Algunos niños necesitan siestas de 10 minutos mientras otros las necesitan de 90, lo adecuado será que permitamos a cada cual dormir la duración de la siesta que necesita. Su comportamiento posterior será el mejor termómetro.

Dormir la siesta a los menores de 5 años les permitirá crecer más felices, estar menos cansados e irritables, aprender mejor y dormir mejor y más por la noche.

Para favorecer la siesta a los niños que por su interés en conocer y jugar la rechazan deberíamos establecer, al igual que para el sueño nocturno, una rutina de siesta facilitando un lugar de tranquilidad ( música tranquila, lectura de libros de imágenes, cuentos tranquilos...) y semioscuridad de manera que facilitemos el reposo y el descanso..... el sueño casi con seguridad vendrá después y si no llega al menos habremos conseguido que nuestro pequeño investigador de la vida descanse. Esta siesta no necesariamente la deben hacer en la cama o en la cuna si vemos que se encuentra más a gusto en otro lugar ( en el carro, el sofá....) no hay inconveniente que las realice allí siempre y cuando tengamos muy claro que el lugar donde debe dormir por la noche es su cuarto.

LA IMPORTANCIA DE LAS SIESTAS EN MENORES

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